martes, junio 19, 2018

Susan Forward

Las expresiones emocionales del estrés

La más difundida y la más dañina es la depresión, que puede presentar formas diversas. Ocasionales sentimientos de tristeza, negatividad, soledad o incertidumbre forman parte de la condición humana, pero en una depresión grave, tales sentimientos lo invaden todo y se vuelven crónicos. Es probable que algunas mujeres deprimidas sólo se den cuenta de que se sienten constantemente cansadas y aburridas. Quizá se quejen de falta de energía y entusiasmo: la depresión se les manifiesta ante todo como una incapacidad de sentir placer o alegría. Otras se refugian en un letargo, duermen muchas horas durante el día y todos sus sentimientos y reacciones parecen amortiguados. También las hay que experimentan aguda y directamente el dolor. Es probable que se pasen mucho tiempo llorando, y que estallen en lágrimas al menor estímulo. Pueden, además, a medida que la depresión se hace más profunda, tener deseos y fantasías de suicidio, que en algunos casos pueden llevar a la práctica. Pocas son las personas que admiten estar deprimidas, ya que creen equivocadamente que la depresión es signo de debilidad o deficiencia. Aunque sólo sean unos pocos, los síntomas siguientes pueden ser indicios de depresión:
—Fatiga constante 
—Aburrimiento 
—Incapacidad para disfrutar de cosas antes placenteras 
—Sentimiento general de tristeza 
—Problemas con el sueño, ya sea por exceso o por insomnio 
—Cavilaciones sobre el pasado y sobre cómo han salido las cosas 
—Pesimismo sobre el futuro 
—Pérdida de interés sexual 
—Reacción excesiva ante hechos triviales 
—Problemas de concentración y memoria 
—Desinterés por la comida; marcada pérdida de peso 
—Excesos en la mesa; marcado aumento de peso 
—Irritabilidad extrema 
—Descuido de la apariencia personal 
—Frecuentes ideas de muerte
El estrés puede ser también el factor subyacente en otras reacciones emocionales. Los ataques de angustia y de pánico, los trastornos del sueño y una gran variedad de cambios bruscos de humor pueden derivarse del estrés resultante de la represión de la cólera. No es mi intención dar a entender que todos los problemas psicológicos que pueda tener una mujer son resultado directo de la forma en que la trata su compañero. Como hemos visto, muchas mujeres que se unen con misóginos han tenido una infancia difícil, y es probable que preexistan en ellas tendencias a tener problemas emocionales como la depresión. Además, actualmente se sabe que algunas depresiones y estados de angustia son resultado de desequilibrios en la química hormonal. Sin embargo, el dolor, la confusión, la pérdida de confianza y la cólera reprimida que se dan en esas relaciones ofrecen un perfecto caldo de cultivo para que se desarrollen o intensifiquen enfermedades físicas y emocionales.