20 de Febrero
Día Nacional de la Marimba,
Día Nacional de la Marimba,
Patrimonio Cultural de las Américas;
día de Tecún Umán
y día del nacimiento de Kurt Cobain (1967)
y día del nacimiento de Kurt Cobain (1967)
Guatemala celebra hoy el Día de la Marimba, fecha legalizada como tal por el decreto legislativo 66-78, el cual reconoce a este instrumento como símbolo patrio. En 1999, con el decreto 31-99 se declaró a todos los 20 de febrero como Día Nacional de la Marimba.
Los homenajes para la marimba este mes no han cesado: el pasado 12 de febrero la Organización de Estados Americanos (OEA) reconoció a la marimba guatemalteca como Patrimonio Cultural de las Américas.
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Rudy Solares Gálvez
A La Marimba
Cimbra, Marimba tu canto
melodías de cristal
y tiembla la cordillera
cuando vibra tu madera
de sonoro instrumental.
Marimba, tu arpegio de oro
es un poema canoro
que se quiebra en madrigal
de dulce melancolía
y al tornarse en poesía
se vuelve épico y triunfal.
Por eso, la raza entera
tanto te quiere y te admira
y el que está lejos suspira
por tus notas de turpial,
porque eres, marimba lira
la pauta donde se inspira,
la leyenda del Quetzal.
Marimba
me han dicho que te labraron
en lejanos astilleros;
que extrañas manos tallaron
tus teclas en los maderos
de Honduras o Yucatán
pero no, eso es mentira:
ni eres hija de Lempira
ni gloria de Yucatán.
Tu naciste en ésta tierra,
tu abolengo es de mengala,
maderas de Guatemala,
que sembró Tecún Umán.
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Miguel Ángel Asturias
Miguel Ángel Asturias Rosales (ciudad de Guatemala, 19 de octubre de 1899 - Madrid, 9 de junio de 1974) fue un escritor, periodista y diplomático guatemalteco que contribuyó al desarrollo de la literatura latinoamericana.
Tecún Umán
Tecún Umán o Tekun Umam en lengua k´iche´ moderna (1500-1524) fue un gran guerrero y último mandatario de los maya-k´iche´ en Guatemala. Según los Anales de los Cakchiqueles, fue vencido por el conquistador español Pedro de Alvarado mientras combatía contra los españoles en los prados de El Pinal (Valle de Olintepeque).
En aquel tiempo nadie conocía a este personaje como "Tekun Umam" (Gran Abuelo Tekun), ya que este es un nombre que se le dio posteriormente. En sus tiempos era conocido como el "Ahau Galel" que traducido significa "El nieto del Rey" y en aquella batalla entre k´iche´ y conquistadores Tekun Umam vestía un tocado bellamente adornado con plumas de Quetzal. Esto lo describe el conquistador Pedro de Alvarado en sus crónicas de conquista y ésta fue la base para que posteriormente se le adjudicara el nombre de Quetzaltenango a la ciudad que fundaron los españoles en las cercanías al lugar de la batalla, como lo menciona el conquistador en sus cartas.
Tecún-Umán, el de las torres verdes,
el de las altas torres verdes, verdes,
el de las torres verdes, verdes, verdes,
y en fila india indios, indios, indios
incontables como cien mil zompopos:
diez mil de flecha en pie de nube, mil
de honda en pie de chopo, siete mil
cerbateneros y mil filos de hacha
en cada cumbre ala de mariposa
caída en hormiguero de guerreros.
Tecún-Umán, el de las plumas verdes,
el de las largas plumas verdes, verdes,
el de las plumas verdes, verdes, verdes,
verdes, verdes, Quetzal de varios frentes
y movibles alas en la batalla,
en el aporreo de las mazorcas
de hombres de maíz que se desgranan
picoteados por pájaros de fuego,
en red de muerte entre las piedras sueltas.
Quetzalumán, el de las alas verdes
y larga cola verde, verde, verde,
verdes flechas verdes desde las torres
verdes, tatuado de tatuajes verdes.
Tecún-Umán, el de los atabales,
ruido tributario de la tempestad
en seco de los tamborones, cuero
de tamborón medio ternero, cuero
de tamborón que lleva cuero, cuero
adentro, cuero en medio, cuero afuera,
cuero de tamborón, bón, bón, borón, bón,
bón, bón, borón, bón, bón, bón, borón, bón,
bón, borón, bón, bón, bón, borón, bón, bón,
pepitoria de trueno que golpea
con pepitas gigantes en el hueso
del eco que desdobla el teponastle,
teponpón, teponpón, teponastle,
teponpón, teponpón, teponastle,
tepón, teponpón, tepón, teponpón,
teponpón, teponpón, teponpón...
Quetzalumán, el de las tunas verdes,
el de las altas tunas verdes, verdes,
el de las tunas verdes, verdes, verdes.
Las astas de las lanzas con metales
preciosos de victoria de relámpago
y los penachos despenicados
entre los estandartes de las tunas
y el desmoronamiento de la tierra
nublada y los lagos que apedrean
con el tún de sus tumbos sin espuma.
Tún, munición de guerra de Tecún
que llama, clama, junta, saca hombres
de la tierra para guerrear el baile
de la guerra que es el baile del tún.
Tún, tambor de guerra de Tecún,
ciego por dentro como el nido túnel
del colibrí gigante, del Quetzal,
el colibrí gigante de Tecún.
Quetzal, imán del sol, Tecún, imán
del tún, Quetzaltecún, sol y tún, tún-
bo del lago, tún-bo del monte, tún-
bo del verde, tún-bo del cielo, tún,
tún, tún, tún-bo del verde corazón
del tún, palpitación de la primavera,
en la primera primavera tún-bo
de flores que bañó la tierra viva.
¡Abuelo de ambidiestros! ¡Mano grande
para cubrirse el pecho con tlascalas
y españoles, fieras con cara humana!
¡Varón de Galibal y Señorío
de Quetzales en el patrimonio
testicular del cuenco de la honda,
y barba de pájaros goteantes
hasta la última generación
de jefes pintados con achiote rojo
y pelo de frijol enredador
en penachos de águilas cautivas!
¡Jefe de valentías y murallas
de tribus de piedra brava y clanes
de volcanes con brazos! Fuego y lava.
¿Quien se explica los volcanes sin brazos?
¡Raza de tempestad envuelta en plumas
de Quetzal, rojas, verdes, amarillas!
¡Quetzalumán, la serpiente coral
tiñe de miel de guerra el Sequijel
el desangrarse el Árbol del Augurio,
en el augurio de la sangre en lluvia,
a la altura de los cerros quetzales
y frente al Gavilán de Extremadura!
¡Tecún-Umán!
Silencio en rama...
Máscara de la noche agujereada...
Tortilla de ceniza y plumas muertas
en los agarraderos de la sombra,
más allá de la tiniebla, en la tiniebla
y bajo la tiniebla sin curación.
El Gavilán de Extremadura, uñas,
armadura y longinada lanza...
¿A quién llamar sin agua en las pupilas?
En las orejas de los caracoles sin viento
a quién llamar... a quién llamar...
¡Tecún-Umán! ¡Quetzalumán!
No se corta su aliento porque sigue en las llamas
una ciudad en armas en su sangre
sigue, una ciudad con armadura
de campanas en lugar de tún, dueña
de semilla de libertad en alas
del colibrí gigante, del quetzal,
semilla dulce al perforar la lengua
en que ahora le llaman ¡Capitán!
¡Ya no es el tún! ¡Ya no es Tecún!
¡Ahora es el tán-tán de las campanas,
Capitán!