lunes, febrero 29, 2016

Conformismo, Satisfacción, Felicidad, Alegría, Contentamiento Y Otros Demonios

Conformismo, Satisfacción, Felicidad, Alegría, Contentamiento Y Otros Demonios
(Varias Fuentes)

Diccionario De La Lengua Española
Conformarse:
6. prnl. Reducirse, sujetarse voluntariamente a hacer o sufrir algo por lo cual se siente alguna repugnancia.

Satisfacer:
8. tr. Premiar enteramente y con equidad los méritos que se tienen hechos.

No se debe confundir la satisfacción con la felicidad, aunque sí es necesario sentir satisfacción para poder entender qué es la felicidad plena. La insatisfacción produce inquietud o sufrimiento. El amor es necesario para entender y sostener la felicidad plena.

Esta diferencia entre conformismo y satisfacción creo que es clave para comprender la diferencia entre resignación y aceptación. Hay una clara diferencia entre “resignarse a una realidad” (conformismo) y “aceptar la realidad” (satisfacción). Resignarse a algo es el primer paso para lograr una infelicidad plena; aceptar que ocurre algo es el primer paso para cambiarlo. Las personas que se resignan a una realidad son conformistas, viven para justificar esa realidad. Por tanto, eliminan a priori cualquier posibilidad de cambio o de mejora. Sin embargo las personas que aceptan la realidad, adoptan el único camino posible de progreso y crecimiento, la única autopista de innovación auténtica: partir de su realidad actual. Las personas que aceptan la realidad, viven para superarla. David Criado

Sería conveniente descubrir qué nos lleva, con frecuencia, al conformismo, y descubrir si es miedo, comodidad, cobardía, evitación de conflictos o resignación, y sólo descubriéndolo podremos superarlo.

Cada uno de nosotros tenemos unos sueños y unas miras diferentes y, precisamente por eso, tenemos que gozar de un ambiente y un entorno de libertad donde poder realizarlos. Sin embargo, una vez que conseguimos ese entorno, es decir, una vez que conseguimos que nadie nos diga lo que tenemos que hacer, aparece nuestro peor enemigo: nosotros mismos.

Alcanzar la meta que nos hemos propuesto parece cosa fácil, pero todos sabemos que muchos de los propósitos que hicimos, tienen fecha de caducidad temprana y si no persistimos, si no estamos determinados a conseguir lo que nos planteamos, terminarán como un bonito recuerdo. Es entonces cuando aparece el conformismo.

El Conformismo

El conformismo es el demonio que anida en todos nosotros, y la comodidad del entorno seguro o la falta de incentivos, nos empuja a dejarnos caer sobre el sofá e ignorar las promesas que nos hicimos. Poco nos importa lo que los demás piensen a causa de nuestra falta de compromiso o de palabra. Nos resguardaremos en la intimidad de nuestra casa y allí nadie vendrá a molestar.

Eso sí, nos escondamos donde nos escondamos, no podremos huir de nosotros mismos ni de la voz de nuestra conciencia.

Pero si somos capaces de superar esos cinco minutos de falsa comodidad (que a la larga llevan a un camino de insatisfacción sin salida) y ponernos en marcha, entonces tendremos más de medio reto conseguido. Los resultados vendrán solos.

No será el primer día, ni el segundo, ni la primera semana y, seguramente tampoco el primer mes, pero si cierras los ojos y te centras en el esfuerzo más que en el resultado, éste acudirá a ti el día que menos lo esperas y te sorprenderá. Cuando te encuentres exhausto, él te tocará en el hombro y te ayudará a levantarte y recoger tu premio. No importa cuál sea el objetivo que persigues; en todos los ámbitos de la vida funciona igual.

La Satisfacción

Será entonces cuando aparezca en tu vida la satisfacción. La satisfacción del trabajo bien hecho; la satisfacción de que por fin te has demostrado a ti mismo que no eres menos que los demás; la satisfacción de que ahora puedes confiar en ti y en tu determinación, porque tienes palabra, porque has cumplido lo que dijiste que harías cuando tu entorno se mofaba de tus aspiraciones.

Alcanzarás una sensación de plenitud difícilmente comparable. El sosiego y la calma que sentirás por dentro se te antojarán inigualables, como nunca antes habías experimentado. Será más difícil a partir de entonces perturbarte. Te darás cuenta de que los problemas que antes te acechaban y parecían inmensos océanos, no son más que pequeñas gotas de lluvia que te sacudirás sin problema.

Y en ese momento te sentirás como en la cima de la montaña. No lo exteriorizarás, pero en tu interior sabrás que ya no eres como los demás, ya no perteneces a la masa que todos los días se promete cosas y siempre termina fracasando, porque en ti ya no cundirá el desánimo. Ahora has adquirido veteranía, solera, experiencia y frente a ti, todo un horizonte de retos por superar. Montañas más altas cuyos picos te irán elevando hacia la perfección a medida que los vas alcanzando. Has superado el primer nivel ¿Por qué no el siguiente?

Y por supuesto, jamás subestimes lo que has conseguido, porque cada día en cada rincón del planeta y desde tu mismo entorno, verás a miles de personas fracasar en sus propósitos, lo que quiere decir que lo que tú conseguiste no parece estar al alcance de todos. Pero ya no puedes mirar atrás. Tú no. Tú ya pasaste ese nivel. Ahora toca dejar la barca y continuar caminando, descubriendo, experimentando, hacia el camino de la perfección, aquel que nos transforma, que nos hace pasar de hombres a superhombres, de seres vivos a entes pensantes, de mediocres a genios.

¿Y Para Qué?

Puede que el desánimo te lleve negar tal camino y pensar que no merece la pena. Que todo son bonitas palabras, pero que es algo que nadie hace. Pero si eso es así ¿Qué camino crees que escogieron nuestros antepasados? Aquellos que con sus “insignificantes” esfuerzos contribuyeron a las comodidades de las que hoy disfrutamos. ¿El del conformismo? ¿El del “…¿y para qué voy a hacer esto o lo otro?…” ¿Crees realmente que hoy estaríamos donde estamos si ellos hubieran tenido esa mentalidad?

Sigue adelante y no dudes, porque los resultados que consigas o que descubras en tu camino, aparte de redundar en tu satisfacción personal, serán utilizados por otros como ejemplo, para su propia satisfacción o para ponerlos al servicio de los demás, y serás tú al que señalen como responsable de ese logro.

***

Eclesiastés 5
10 El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.
Eclesiastés 7
12 Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero; mas la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores.
Eclesiastés 10
19 Por el placer se hace el banquete, y el vino alegra a los vivos; y el dinero sirve para todo.

Proverbios 22
Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de los prestamistas.

Isaías 55
1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.

Hechos 8
18 Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,
19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.
20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.

Filipenses 4
10 En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.
11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Nathan Busenitz 
Enero 20, 2016
http://www.tms.edu/es/predicadores-y-la-predicacion/todo-lo-puedo/

Filipenses 4:13 es un versículo que habla acerca de contentamiento, no de sueños hechos realidad o metas logradas. Se trata de estar alegre, satisfecho y fiel aun en las situaciones más duras de la vida.
No se trata de las palabras mágicas para cambiar sus circunstancias, más bien, se trata de confiar en el poder de Dios para estar contento en medio de circunstancias que no puede cambiar.

***

Feliz, Alegre, Contento
http://educacion.ufm.edu/felicidad-alegria-contento/

No, no son sinónimos. Todas estas palabras tienen en común que mencionan un estado de satisfacción producido por la consecución de alguna meta o la experiencia de algún placer. Pero cada palabra introduce un análisis diferente de este núcleo básico. Veamos las diferencias.

La alegría es un estado de ánimo que se caracteriza por la satisfacción de haber conseguido algo. Lleva aparejada la euforia, el bienestar, la tendencia a reír. “Sentimiento que produce en alguien un suceso favorable o la obtención de algo que deseaba” (María Moliner). Dilata el alma, pues “como nace de la consecución del deseo, se ensancha y abre el corazón para recibir la cosa amada” (Covarrubias). Es “júbilo y contento interior del ánimo acompañado, con señas exteriores, especialmente en el semblante, que manifiestan el regocijo del que la tiene, en que se diferencia del gozo que se puede tener interiormente sin que en lo interior se publique y se manifieste” (Autoridades). “…estado de ánimo habitual del que tiene tendencia a reír y encuentra fácilmente motivos para ello” (Moliner). Se aplica también al carácter. Decimos: Es de carácter alegre.

Contento: “El que se contiene en sí y no va a buscar otra cosa” (Covarrubias). Indica sentirse satisfecho con lo que se tiene. Anda a medio camino entre la alegría y la resignación. No se emplea para designar un carácter.

Felicidad: “La dicha o prosperidad de que uno goza” (RAE, 1791) Situación del ser para quien las circunstancias de la vida son tales como las desea. No se dice de caracteres. Ya desde el siglo pasado se denunciaba el uso excesivo de esta palabra. “Comúnmente se abusa de esta palabra en sentido de que se aplica a cualquier cosa que place, agrada, ocasiona deleite, etc., por efímero y momentáneo que sea el gusto recibido, el placer experimentado, lo que se goza, lo que se posee.”

***

Desesperanza Aprendida: Conlleva aceptar el fracaso antes de realizar una acción debido al poco manejo y control del ambiente o la ausencia de aptitudes necesarias para controlar el mismo.

Inseguridad: Condición psicológica en la que el sujeto advierte una situación de peligro interior o exterior que no es capaz de dominar. Adler considera la inseguridad como un elemento determinante del sentimiento de inferioridad al que el individuo reacciona desarrollando una voluntad de potencia artificial.

Depresión: La depresión, o melancolía, es una alteración del tono del humor hacia formas de tristeza profunda, con reducción de la autoestima y necesidad de autocastigo. (Galimberti, 2002)

Dependencia: Forma de relacionarse en la que un sujeto se dirige continuamente a los demás para ser ayudado, guiado y sostenido. El individuo dependiente, que tiene una escasa confianza en sí mismo, basa su propia autoestima en la aprobación y en la seguridad que le dan los demás, y es incapaz de tomar decisiones sin un incentivo externo. Incapacidad para subsistir y para obrar de manera autónoma y consciente.

Sumisión: La Sumisión se define como la aceptación de la supremacía o el dominio de otro. El término tiene importancia etología, donde los gestos de sumisión se han descrito como inhibidores de las amenazas agresivas por parte de los miembros de la misma especie.

Esperanza: Es confianza en el futuro, incluso después de fracasos o expectativas vanas, que desde el punto de vista psicológico funciona como defensa ante las consecuencias patológicas de las frustraciones. Desde el punto de vista conductista French distingue “una esperanza basada en la oportunidad de alcanzar satisfacciones y una basada en recuerdos de satisfacciones anteriores. La primera estimula los mecanismos necesarios para los fines de una realización deseada, la segunda se resuelve en la simple representación de la satisfacción anticipada, es decir en la fantasía y en el soñar despierto”.

Seguridad: Estabilidad alcanzada mediante la satisfacción de las necesidades vitales y de las aspiraciones sociales y culturalmente inducidas.

Independencia: Capacidad para subsistir y para obrar de manera autónoma y consciente. La consecución de esta condición, que se adquiere por grados, depende en gran medida de la actitud de los padres y de las oportunidades que éstos ofrecen al niño. Investigaciones realizadas con adolescentes, orientadas a comprobar la confianza en sus convicciones, el conocimiento de sus acciones y la capacidad para resolver problemas personales sin recurrir a otras personas, mostraron un menor grado de independencia en los hijos de padres autoritarios que limitaron el espacio de la iniciativa personal.


martes, febrero 23, 2016

Marina Ivánovna Tsvetáyeva, (1/3)

Marina Ivánovna Tsvetáyeva
(26 de septiembre de 1892 - 31 de agosto de 1941)
Fue una destacada poetisa rusa.

Fue una mujer de pasiones categóricas, voluntariosa y resuelta, que arrancó bruscamente de su corazón todo aquello que la había desilusionado y no podía ya aceptar. Tenía dos hijas, Irina y Ariadna, y un hijo, Gueorgui. Volvió a la Unión Soviética para reunirse con su marido Serguéi Efrón, quien había regresado a Rusia, y con su hija, en 1939. Pero en el mismo año su marido Serguéi Efrón y su hija Ariadna fueron arrestados, y Serguéi Efrón fue fusilado en 1941. Ariadna fue rehabilitada en 1955.
Marinam padeciendo la reprobación oficial, no pudo encontrar vivienda ni trabajo. Era tan pobre que su hija Irina hubo de ir al orfanato donde, dadas las malas condiciones, murió de hambre.
Cuando comenzó la Gran Guerra Patria, en 1941 en plena invasión nazi y después de que su marido fuera fusilado y su hijo enviado a trabajar en un campo de minas, Marina es evacuada a Yelábuga, Tartaristán, donde el 31 de agosto se suicida ahorcándose.

A  Alia
mi hija

Algún día, criatura encantadora,
para ti seré sólo un recuerdo,

perdido allá, en tus ojos azules,
en la lejanía de tu memoria.

Olvidarás mi perfil aguileño,
y mi frente entre nubes de humo,

y mi eterna risa que a todos engaña,
y una centena de anillos de plata

en mi mano; el altillo-camarote,
mis papeles en divino desorden,

Por la desgracia alzados, en el año terrible;
tú eras pequeña y yo era joven.

Versión de Severo Sarduy

***

A Boris Pasternak

Distancia: kilómetros y kilómetros
Nos han dispersado, transplantado
¡y qué bien estamos
en los lejanos horizontes

Distancia y lejanías
Des-pegados, des-soldados.
Apartaron manos, crucificaron
sin saber lo que destruían: la unión total.

De suspiros y tendones
nos malquistaron, nos esparcieron
y exfoliaron.
Muro y foso.
Separados, como las águilas.

Conspiradores y lejanías
No nos desbarataron; nos perdieron
por los tugurios de las latitudes:
disgregados como huérfanos.

¡Como a las barajas nos han cortado!

Versión de Carlos Álvarez

***

A Rainier Maria Rilke

Rainer, quiero encontrarme contigo,
quiero dormir junto a ti, adormecerme y dormir.
Simplemente dormir. Y nada más.
No, algo más: hundir la cabeza en tu hombro izquierdo
y abandonar mi mano sobre tu hombro derecho, y nada más.
No, algo más: aún en el sueño más profundo, saber que eres tú.
Y más aún: oír el sonido de tu corazón. Y besarlo.

Versión de Carlos Álvarez

*** 

A Ti, Dentro De Un Siglo

A ti, que nacerás dentro de un siglo,
cuando de respirar yo haya dejado,
de las entrañas mismas de un condenado a muerte,
con mi mano te escribo.

¡Amigo, no me busques! ¡Los tiempos han cambiado
y ya no me recuerdan ni los viejos!
¡No alcanzo con la boca las aguas del Leteo!
Extiendo las dos manos.

Tus ojos: dos hogueras,
ardiendo en mi sepulcro -el infierno-
y mirando a la de las manos inmóviles,
la que murió hace un siglo.

En mis manos -un puñado de polvo-
mis versos. Adivino que en el viento
buscarás mi casa natal.
O mi casa mortuoria.

Orgullo: cómo miras a las mujeres,
las vivas, las felices; yo capto las palabras:
"¡Impostoras! ¡Ya todas están muertas!
Sólo ella está viva.

Igual que un voluntario le ha servido.
Conozco sus anillos y todos sus secretos.
¡Ladronas de los muertos!
¡De ella son los anillos!"

¡Mis anillos! Me pesa,
hoy me arrepiento
de haberlos regalado sin medida.
¡Y no supe esperarte!

También me da tristeza que esta tarde
tras el sol haya ido tanto tiempo
y he ido a tu encuentro,
dentro de un siglo.

Apuesto -dice él- que vas a maldecir
a todos mis amigos en sus oscuras tumbas.
¡Todos la celebraban! Pero un vestido rosa
nadie le ofreció.

¿Quién era el generoso? Yo no: soy egoísta.
No oculto mi interés si no me matas.
A todos les pedía cartas,
para por las noches besarlas.

¿Decirlo? ¡Lo diré! El no-ser es un tópico.
Y ahora, para mí, eres ardiente huésped.
Les negarás la gracia a todas las amantes
para amar a la que hoy es sólo huesos.

Versión de Carlos Álvarez

***

Bendigo La Labor Nuestra De Cada Día...

Bendigo la labor nuestra de cada día,
bendigo el sueño nuestro de cada noche,
el divino juicio y la caridad divina,
la ley benévola y la ley de bronce,

mi empolvada púrpura, de harapos cubierta...,
mi empolvado bastón,
de los rayos hogar,
y asimismo, Señor, bendigo el pan
en horno ajeno y la paz en casa ajena.

Versión de Severo Sarduy

***

Comediante  4

Ya no te necesito,
y no es porque no contestaras
a vuelta de correo, cariño.

Ni por saber que estas líneas,
escritas con tristeza,
las leerás entre risas.

(Escritas por mí a solas -
¡y sólo para ti!- ¡por vez primera!
con alguien las descifrarás).

Ni porque rozarán
los rizos tu mejilla -¡Soy maestra
en leer acompañada!

Tampoco porque a un tiempo
suspiraréis inclinados
sobre las mayúsculas desvaídas.

Ni porque caerán a la par
vuestros párpados -es difícil
mi letra- ¡y en verso, además!

¡No, amiguito! -Es más fácil,
es peor que un enfado.

Ya no te necesito-
porque... porque-¡Ya no te necesito nunca más!

Versión de Severo Sarduy

***

En La Frente Besar -Penas Borrar...

En la frente besar -penas borrar.
Beso la frente.
En los ojos besar, -el insomnio quitar.
Beso los ojos.
En los labios besar  -dar de beber.
Beso los labios.
En la frente besar  -la memoria borrar.
Beso la frente.


Versión de Severo Sarduy

martes, febrero 16, 2016

Antonia Pozzi, (2/2)

Antonia Pozzi 
(Milán, 13 de febrero de 1912 - 03 de diciembre de 1938) 

Fue una poetisa italiana. Nacida en Milán en 1912, a los veinticinco años había sido tal vez la única mujer de su generación en culminar estudios superiores y postgrado en letras en la universidad de Milán, siendo por lo demás, la alumna más destacada. Mujer de una belleza física y espiritual extraordinaria, a los veintiséis años ha escrito la totalidad de su obra poética (el poemario Palabras –Parole- Pozzi, Milán 1938) bajo la premisa de una ética-poética de vida que no le permitió concesiones ni amparos a su incesante e intensa visión de la existencia, como un tránsito apasionado, amoroso, pero determinado por la profunda soledad y el desarraigo, en un mundo no menos amado que ajeno, desde donde vislumbra la otra orilla infinita. Así, esta mujer que nos ofrendó su canto y su amor, nos ofrenda también su vida el 3 de Diciembre de 1938, envuelta en los crepúsculos de la campiña lombarda. A los 26 años se quita la vida con una sobredosis de barbitúricos.

Noviembre

Después – sucederá que yo me vaya –
quedará algo de mí
en el mundo
Quedará una débil fragancia de silencio
en medio de las voces
un tenue aliento blanco
en el corazón del azul
y una tarde de noviembre
una niña hermosa
en la esquina de una calle
venderá crisantemos
y las estrellas serán frías, azules, remotas

¿Alguien llorará?
quién sabe dónde – quién sabe dónde
¿alguien, en el mundo, 
buscará el crisantemo para mí
cuando deba marcharme sin retorno?

***

Despedidas De Las Montañas
(fragmento)

Esta es la prueba de que ustedes me bendicen
montañas.
Si en la hora de la despedida
la iglesia
me recibe con su blancura de sol
y con fuerza mi tristeza abraza 
el canto de las campanas al mediodía.

[…]

***

Grito

No tener un Dios,
no tener una tumba,
no tener nada firme,
tan sólo cosas vivas que se escapan;
vivir sin ayer,
vivir sin futuro,
y cegarse en la nada
a causa de la miseria
que no tiene fin.
(¡socorro!)

***

Prados

Tal vez ni siquiera es verdad
lo que en tu corazón oyes gritar a veces:
que esta vida es nada
para tu ser
y lo que conocemos como luz
es un deslumbramiento,
deslumbramiento último
de tus dolientes ojos.

Acaso sólo es la vida
lo que se sabe en días jóvenes:
anhelo eterno que busca,
de cielo en cielo,
quién sabe qué horizonte.

Somos como la hierba de los prados
que siente sobre sí soplar el viento
y canta plena en el viento
y vive siempre en el viento
y sin embargo no supo crecer
de forma que aquietase aquel vuelo supremo
ni levantarse de la tierra

***

Límites

Cuánto me acuerdo
de mi cartera escolar,
que toda yo estrechaba con mis libros
en un único y seguro abrazo.

No conocía entonces
este acezante trascender,
este desbordamiento estéril,
este perderse
que todavía no es morir.
Cuántas veces me apeno, pensando
en mi cartera escolar.

***

Luz Blanca

Entré, al alba,
en un pequeño cementerio.

Fue en un país lejano,
al pie de una torre grisácea,
huérfana ya de voces
de campanas,
mientras aún la niebla
plateaba las encinas oscuras,
los altos setos,
los brezos violeta.

En el pequeño cementerio,
las lápidas,
dirigidas a Oriente,
como en blanca sonrisa,
rostros de ciegos parecían
que, alineados, marchasen
al encuentro del sol.

***

Habrías Sido

Habrías sido
de lo que nunca fuimos,
de lo que fuimos una vez y ya jamás seremos.

La poesía que amamos, 
nunca ajena al corazón,
la habrías cantado tú
con tu voz de muchacho.

Única espiga
Eras de dos tierras mezcladas;
Tallo de nuestra inocencia
bajo el sol.

Pero abajo quedaste,
con los muertos,
con los no nacidos,
con las aguas subterráneas;
alba apagada 
a la luz de las últimas estrellas:
no ocupa ahora la tierra
sino sólo mi corazón
tu invisible féretro.

Alma,
ya estás
en la calle del morir…

***

Pensamiento

Tener dos grandes alas de sombra
y plegarlas 
sobre este dolor tuyo:
ser sombra, 
paz nocturna,
en torno a tu apagada sonrisa.

***

La Vida

A los umbrales del otoño,
en un ocaso mudo,
descubres la onda del tiempo
y tu rendición secreta,
como de rama en rama
ligero
un descender de pájaro
al que no le sostienen ya sus alas.

***

Mensaje

Y tú, estrella nocturna,
que esplendes todavía,
cuando por lo profundo de las calles
aúlla, del perro, el alma triste.

Brotarán para ocultarte
colinas de espesa hierba;
pero en mi conquistada oscuridad
brillarás, fuego blanco,
hablando de mi muerte 
a los que aún viven.