viernes, octubre 30, 2015

Sara Teasdale (5/5)

Sara Teasdale (5/5)
(San Luis, 8 de agosto de 1884 – Nueva York, 29 de enero de 1933)

Fue una poetisa lírica estadounidense. Nació como Sara Trevor Teasdale y después de su matrimonio pasó a llamarse Sara Teasdale Filsinger. El 29 de enero de 1933, a la edad de 49 años, se suicidó con una sobredosis de somníferos. Está enterrada en el Cementerio Bellefontaine. Su amigo y antiguo amor, el poeta Vachel Lindsay se suicidó a finales de 1931, a la edad de 52 años, bebiendo una botella de lejía.

Versiones de Víctor Olaya

Duda

Mi alma vive en la casa de mi cuerpo
y tuyas son ambas, la casa y ella.
Pero a veces mi alma es menos tuya
que un salvaje, alegre aventurero,
un incansable y deseoso fantasma.

¿Cómo podría decirte yo lo que ella hará?
Segura estoy de la fe de mi cuerpo,
pero ¿Qué pasaría si mi alma perdiera su fe en ti?

***

Ascuas

Dije:
"Mi juventud se ha ido
como un fuego que abatido por la lluvia
ya nunca podrá danzar o cantar
ni jugar nuevamente con el viento"

Dije:
"No es tal dolor
que la juventud en mí se agote,
sólo pequeñas penas
que sin cesar golpean"

Pensé que mi juventud se había marchado
pero entonces tú regresaste.
Como una llama ante el reclamo del viento
ardiente mi juventud se irguió inflamada,
despojándose de su manto cenizo y,
de nuevo vestida como  novia,
se entregó a ti
una vez más.

***

He Amado Las Horas Junto Al Mar

He amado las horas junto al mar, las ciudades grises,
el frágil secreto de una flor,
la música, la creación de un poema
que me dieron el cielo por una hora.

Las primeras estrellas sobre una colina nevada,
voces de gente amigable y sabia,
y el grandioso mirar del amor, largo tiempo oculto
hallado al fin en un cruce de miradas.

He amado mucho y profundamente fui amada.
Ah, cuando ya sin fuerza el fuego de mi espíritu arda,
dejadme la quietud y la oscuridad,
estaré cansada y feliz de marcharme.

***

Compensación

Agradecida estaría de esta soledad
y de las horas que se van con alas rotas,
un cuerpo sediento, un corazón cansado,
del dolor perenne de las cosas,
si pudiera escribir un solo canto
tan pleno de luz y tan tierno,
tan breve y callado como una estrella fugaz
en mitad de una noche de invierno.

***

Recordaba

No hubo jamás un sentimiento en mí,
alegre o desesperado, luminoso o sombrío,
de cuya fiebre no pudieras tú aliviarme
y devolvérmelo después aún más hermoso.

En muchas otras almas partí mi pan
y bebí el vino y fui el huésped alegre,
mas me hallaba sola, te recordaba.

El corazón pertenece a aquel
que mejor lo ha conocido.

***

Dolor

Son las olas
las blancas hermanas del mar,
las gotas las hijas de la lluvia,
mas, ¿por qué para mi cuerpo tembloroso
he de tener por progenitor al Dolor?

La noche es la madre de las estrellas,
el viento lo es de la espuma.
Rebosa el mundo de belleza.
Pero yo debo permanecer en casa.

***

Una Plegaria

Cuando esté muriendo hazme saber
que amé el soplo de la nieve
aunque azotase cual látigos,
que amé las cosas dulces
e intenté aceptar sus punzadas
con alegres labios, sin amargura,
que amé con toda mi fuerza
a todo lo ancho y profundo de mi alma
sin importarme si habría de romperse mi corazón,
que canté como cantan los niños
sobre una melodía en todas las cosas,
amando la vida por sí misma.

***

Conozco Las Estrellas

Conozco las estrellas por sus nombres
Aldebaran, Altair,
y conozco las sendas que toman
sobre la amplia escalinata del cielo.
Conozco los secretos de las personas
no más por la mirada de sus ojos,
sus grises  y extraños pensamientos
me han hecho triste y sabia.

Pero tus ojos son oscuros para mí
aunque parece que llaman y llaman.
No podría decir si me amas
o no me amas del todo.
Yo sé muchas cosas
y sin embargo pasa el tiempo.
Y habré de morir sin saber
aquello que conocer tanto deseo

***

Entendimiento

Al resto los entendí muy bien.
Sus pensamientos ya son para mí
claros como algas grises en la marejada
de un mar soleado y poco profundo.

Mas a ti nunca te comprendí.
Los secretos de tu espíritu se ocultan
como el oro de un galeón español
hundido tiempos atrás en frías aguas.

***

Luz De Luna

No me dolerá cuando sea anciana;
la marea brava donde ardió la luz de luna
no me morderá como serpiente de plata;
los años me harán vieja y triste,
es el corazón alegre el que se rompe.

Pide más el corazón de lo que la vida puede dar,
cuando esto se aprende se aprendió ya todo;
las olas se rompen sobre enjoyados pliegues
pero la belleza misma es algo fugitivo,
no me dolerá cuando sea anciana.

***

Canción Matutina

Un diamantina mañana
antes de tiempo me despierta.
Se llevó el amanecer las estrellas
y tan sólo dejó la pálida y blanca luna.

Ah, luna blanca, estás sola
al igual que yo.
Mas tenemos el mundo para deambular,
sólo quien está solo es libre.

***

Estrellas De Invierno

A solas, salí en la noche.
La sangre joven batiendo más allá del mar
parecía haber empapado las alas de mi espíritu.
Pesada soportaba mi tristeza.

Pero al alzar la cabeza
de las sombras agitadas sobre la nieve,
en el este vi a Orión
brillando firme como años atrás.

Desde la ventana en casa de mi padre,
soñando mis sueños en noches de invierno,
de niña contemplé Orión
sobre las luces de otra ciudad.

Pasan los años, los sueños, pasa la juventud también,
se quiebra el corazón del mundo bajo sus luchas,
todo ha de cambiar salvo, allá en el este,
la fiel belleza de los astros.

***

Noche De Junio

Ah, Tierra, demasiado querida esta noche,
¿Cómo podría dormir mientras en torno
flota la fragancia de la lluvia
y a lo lejos la profunda voz del océano
hablando con la tierra firme?

Ah, Tierra, tú me diste todo cuanto tengo,
te amo, te amo, ¿Qué tengo yo
que pueda darte a cambio
salvo mi cuerpo
el día que muera?

***

Al Fin

Todo cuanto no puede ser dicho,
todo cuanto no puede ser hecho,
nos espera por fin allá
en algún lugar tras el sol.

Todo cuanto hubo de romper el corazón
en sacrificio
será nuestro ahora sin dolor,
lo tomaremos como niños
recogiendo flores tras la lluvia.

Y cuando sea nuestro al fin,
quizás, después de todo,
no se abran para nosotros los horizontes
ni esté allá el cielo a nuestra llamada.

***

No Cambiará

No cambiará ahora
después de tantos años.
No lo quebró la vida
con rupturas o lágrimas,
y no lo alterará la muerte.
Vivirá así
para ti en todos mis cantos
cuando yo me haya ido.

***

A Medianoche

Ahora al fin he comprendido lo que es la vida,
que nada nunca concluye, simplemente todo empezó,
y que esas valientes victorias que parecen tan esplendidas
realmente jamás se conquistan.


Incluso el amor para quien construí la casa de mi espíritu
llega como un huésped desdichado y desorientado,
y ni la música, ni los halagos de las personas
ni aún la risa
son mejores que el descanso.

***

Sola

Estoy sola, a pesar del amor,
a pesar de todo cuanto doy y recibo;
y a pesar de toda tu ternura,
a veces no me siento feliz de estar viva.

Estoy sola, cual si me sentase
sobre la cima más alta de este mundo gris,
ante mí sólo la nieve arremolinada,
sobre mí no más que el infinito espacio abierto.

Con la tierra oculta y el cielo oculto,
y tan sólo el orgullo de mi espíritu
para mantenerme lejos de la paz
de quienes ya no están solos,

porque ya están muertos.

viernes, octubre 23, 2015

Sara Teasdale (4/5)

Sara Teasdale (4/5)
(San Luis, 8 de agosto de 1884 – Nueva York, 29 de enero de 1933)

Fue una poetisa lírica estadounidense. Nació como Sara Trevor Teasdale y después de su matrimonio pasó a llamarse Sara Teasdale Filsinger. El 29 de enero de 1933, a la edad de 49 años, se suicidó con una sobredosis de somníferos. Está enterrada en el Cementerio Bellefontaine. Su amigo y antiguo amor, el poeta Vachel Lindsay se suicidó a finales de 1931, a la edad de 52 años, bebiendo una botella de lejía.

Versiones de Víctor Olaya

Hija Mía

Hija mía, ama mientras puedas
la voz y los ojos y el alma de la humanidad.
Aunque rompa tu corazón, nunca temas,
de la herida nacerá un nuevo júbilo,
ama simplemente con orgullo y agrado,
ya sea el amor te resulte el cielo o el infierno.

Hija mía, ama mientras puedas
porque la vida es corta como un día de dicha;
nunca temas lo que sientes,
sólo el amor ha de hacer la vida cierta.

Ama, porque siete son los pecados capitales,
y sólo a través del amor entrarás al cielo.

***

Ámame

Mirlo que cantas todo el día
por encima de mí entre las ramas,
lleva a mi amado esta canción de Abril,
"¡Ámame, ámame, ámame!"

Y cuando él oiga cuanto le dices,
provócale para que me extrañe,
y abandone su juego o su trabajo
¡y me bese, me bese, me bese!

***

Errores

Vinieron a decirme tus defectos,
los nombraron uno tras otro
y yo me eché a reír cuando hubieron terminado.

Ya los conocía todos con detalle.
Estaban ciegos, demasiado ciegos para ver
que son tus errores los que han hecho
más intenso el amor que guardo para ti.

***

Amor enterrado

He venido a enterrar al amor
bajo un árbol,
en el negro  y alto bosque
donde nadie alcance a verme.

No pondré flores en su cabeza
ni una lápida a sus pies,
pues la boca que yo amé
fue siempre agridulce.

Porque el bosque es frío,
yo no regresaré más a su tumba.
Reuniré todo el gozo
que me sea posible acoger en estas manos.

Estaré durante el día bajo el sol
donde los anchos vientos soplan,
mas, ay, lloraré también en la noche
cuando nadie entonces lo sepa.

***

El Beso

Esperaba que él me amara
y así fue, besó mi boca,
pero soy como el ave golpeada
que no puede alcanzar el sur.

Pero sé que me ama.

Esta noche mi corazón está triste
su beso fue bello
pero no tanto
como los sueños que de él tuve.

***

Lluvia De Primavera

Pensé que ya había olvidado,
pero todo volvió de nuevo anoche,
en un golpe de lluvia
con el primer trueno de la primavera.

Recordé un pasadizo oscuro
en donde nos refugiamos un día de la tormenta,
de los truenos atenazando la tierra
y los relámpagos rayados sobre el cielo.

Pasaban los autobuses balanceándose
sobre la calle como un río de lluvia
quebrado en pequeñas ondas doradas
en el cristal tintado de las farolas.

Con lluvia y el trueno de la primavera
mi corazón era salvaje y feliz.
Tus ojos aquella noche me dijeron más
que cuanto tus labios jamás habrían de contarme.

Pensé que ya había olvidado,
pero todo volvió de nuevo anoche,
en un golpe de lluvia
con el primer trueno de la primavera.

***

El Fantasma

Regresé a la estruendosa ciudad
donde mis viejos amores un día estuvieron.
Rebosaba mi corazón un nuevo amor
y reían mis ojos sin temor alguno.

Encontré uno que me amó locamente
y proclamó su amor a los cuatro vientos,
mas el pasado dormía tan profundo
que de mil cosas distintas conversamos
y nada temimos.

Encontré a otro cuyo amor entregó
sin apenas palabras y ni un sólo beso.
Oh, fue entonces cuando sentí el terror
de las palabras no dichas
agitándose.

Oh, el amor que vive su vida con risa
o el que vive la suya con llanto, ambos pueden morir,
mas el amor nunca dicho pasa
sobre los años tortuosos
cual fantasma.

Regresé a la estruendosa ciudad
donde mis viejos amores un día estuvieron.
Rebosaba mi corazón un nuevo amor
mas de pronto mis ojos sintieron miedo.

***

Sabiduría

Cuando haya dejado de romper mis alas
contra la imperfección de las cosas
y aprendido que el compromiso espera
tras cada puerta duramente abierta.

Cuando pueda mirar a la vida a los ojos
tranquila al fin y fríamente sabia,
la vida entonces me habrá entregado la Verdad
y tomado a cambio.
mi Juventud

***

Refugio

Si de la gris derrota de mi espíritu,
del lánguido latir de mi pulso,
de mis esperanzas tornadas en arena
deslizándose de mi puño cerrado,
si de la esclavitud de mi propia culpa
puedo cantar,
entonces soy todavía libre.

Porque con mi canto construyo
un refugio en beneficio de mi espíritu,
una casa de resplandecientes palabras
para ser mi frágil inmortalidad.

***

Esta Noche

La luna es una flor de oro que se curva,
el cielo es silencioso y azul,
la luna se hizo para sostener el cielo,
y yo fui hecha para ti.

La luna es una flor sin tallo,
el cielo es luminoso;
la eternidad se hizo para ellos,
y esta noche para nosotros dos.

***

Porque

¡Ah!, porque jamás intentaste
doblegar mi voluntad o quebrar mi orgullo,
y nada del cavernícola que guardas
te hizo querer tenerme asustada
ni con aire de conquista pensaste
nunca en arrástrame ignorante,
tómame, pues te amo aún más
de lo que nunca antes amé.

Y puesto que la pureza del cuerpo
por  sí misma no resultaba extraña o buena
salvo si a través de él te entregaba
un espíritu sin fronteras,
toma también mis sueños y mi mente
que como el viento no tuvieron Patrón alguno
y yo te diré entonces "¡Dueño mío!"
tan sólo porque nunca así me lo pediste.

***

El Árbol Del Canto

Mis canciones las entono para el resto,
ante ti me quedo callada,
en su fulgente colina el árbol
de mi canto está desnudo.

Porque viniste como un viento señorial
y las hojas se curvaron
lejos cual las cosas ya olvidadas
más allá de los confines del mundo.

El árbol de mi canto está desnudo
frente al azul del cielo.
Entrego al resto mis canciones;
a ti, yo misma me entrego.

***

Casas De Sueños

Tomaste mis sueños vacíos
y cada uno de ellos llenaste
con nobleza y ternura,
abril y el sol.
Los viejos sueños vacíos en los que
mis pensamientos se hubieran agolpado,
tan llenos de felicidad se hallan ahora
que ni una canción acoger podrían.

Los sueños vacíos eran débiles,
y los sueños vacíos eran amplios.
casas dulces y sombreadas donde podían
ocultarse mis pensamientos.
Pero tú tomaste mis sueños
e hiciste realidad todos ellos.
[...]

***

Luces

Cuando de noche regresamos a nuestro hogar y cerramos la puerta,
juntos los dos en la habitación sombría,
a salvo en nuestro propio amor y en la gentil penumbra,
a gusto entre las conocidas paredes, la silla y el suelo,
felices de dejar lejana, allá abajo, la estruendosa ciudad,
volviendo la vista atrás, hacia la calle deslumbrante
destacando con sus luces, pero agotada ya de tantos pasos,
brota entonces de ambos una suerte de pena  silenciosa.

Por la muchedumbre que intenta con esfuerzo,
borrar la oscuridad,
con un millón de ventanas iluminadas,
brillantemente engarzadas con cuadros dorados,
de esta oscura noche de invierno.

Pero aquí, hasta nosotros, llega el crudo
sentido de las vidas tras cada luz amarilla,
y ninguna de ellas es por completo feliz,
ni digna de orgullo,
ni libre.


viernes, octubre 16, 2015

Sara Teasdale (3/5)

Sara Teasdale (3/5)
(San Luis, 8 de agosto de 1884 – Nueva York, 29 de enero de 1933)

Fue una poetisa lírica estadounidense. Nació como Sara Trevor Teasdale y después de su matrimonio pasó a llamarse Sara Teasdale Filsinger. El 29 de enero de 1933, a la edad de 49 años, se suicidó con una sobredosis de somníferos. Está enterrada en el Cementerio Bellefontaine. Su amigo y antiguo amor, el poeta Vachel Lindsay se suicidó a finales de 1931, a la edad de 52 años, bebiendo una botella de lejía.

Versiones de Víctor Olaya

El Río

Vine de los soleados valles
y busqué en el mar abierto pensando
que mi paz vendría a mí
en sus planicies grises.

Por fin llegué al océano
y lo hallé negro y salvaje,
y rogué a los apacibles valles:
"Por favor, llevadme de vuelta".

Pero subió la marea sedienta
y las saladas olas me bebieron,
y yo, que fui tan fresca como la lluvia,
ahora soy amarga como el mar.

***

Hojas

Una por una, cual hojas de un árbol,
me abandonaron mis creencias.
Pero sobre mí las estrellas
arden blancas y rojizas
y bajo mis pies la tierra otorga
vida a la vigorosa hierba.

Yo, que era feliz de ser
tan sólo un árbol de voz dulce,
un crepitar de delirio
en el mustio corazón de la noche,
he perdido las hojas que sabían
del tacto de la lluvia y el peso del rocío.

Cegado por una corona de hojas
ni arriba ni abajo miraba.
Pero las pequeñas hojas que han muerto
han dejado espacio por donde ver al cielo.

Ahora sé por primera vez,
que aquí abajo está la tierra
y allá en lo alto las estrellas.

***

La Respuesta

El día en que a la tierra regrese
y que de mi cuerpo gozoso
se aparte el rojo y el blanco,
que alguna vez fueron tan orgullosos.

Si con falsa y vana compasión
sobre mí han de pasar los hombres.

El polvo que ahora soy,
con fuerte voz les responderá:
"Id tranquilos, estoy feliz,
llevaos vuestra pobre compasión;
el gozo fue en mí una llama
demasiado firme para apagarse,
flexible cual el junco que se dobla,
adoradora del viento que la azota.
Hallé más deleite en el dolor
del que podríais
hallar vosotros en el mismo gozo"

***

Sobre Los Tejados

I
Oh, campanas, sonad sin fin
sobre la soleada torre,
haced de todas las horas una sola,
que cuando empiece a florecer el ocaso
¡mi amado habrá de venir!. . .
Pero no, repica sin prisa, a vuestro ritmo,
no debo apresuraros de este modo.
Que mientras espero mi amor venir,
otra mujer en silencio aguarda
temiendo que su amor un día se marche.

II
Oh, blanco vapor sobre los tejados, ¡sopla alto!,
oh, campanas sobre la torre, ¡sonad libres y claras!,
despierte el sol sobre el cielo cubierto,
porque el hombre a quien amo me ama, y yo. . .
Dispérsate y muere, vapor, al viento;
se alce la torre hacia el sur amortajada;
que el destino oyó mi alegre llanto
y posó su dedo sobre mi boca.

III
Azul era el atardecer, con el soplo de la niebla;
eran las luces, diminutos broches sobre un velo,
y desde el lejano clamor, allá abajo
como una débil música, flotaba un lamento
dando voz a lo que yo nunca diría.
Mi corazón rompiéndose
durante toda la noche
mas luego, al amanecer duro y gris,
en una canción se destiló mi llanto.

IV
Yo dije: "he cerrado mi corazón
como se cierra una puerta,
de hambre allí muera el amor
y no me cause más molestia"

Pero el viento húmedo de mayo
vino entonces sobre los tejados,
y una canción se oyó desde la acera
al callejero son de los pianos.

La habitación era blanca bajo el sol
y clamaba el amor dentro de mí:
"soy fuerte, a menos que me dejes libre,
romperé tu corazón".

***

Un Llanto

Hay ojos que él puede ver
y manos que hacen sus manos gozar,
mas para mi amor yo debo ser
tan sólo una voz.

Hay pechos en que acostar su rostro
y labios donde los suyos pueden posarse,
mas yo debo ser hasta el día que muera
tan sólo un llanto.

***

Inmortal

Más allá de cuanto oyes y ves
ya pronto se irá mi cuerpo,
y aunque ahora despierte y sufra,
inquebrantable será entonces su sueño.

Ah, pero mi alma frágil e inmortal
no tendrá nunca la paz eterna,
una hoja barrida por el viento,
una ola que la orilla no encuentra.

***

Tras La Muerte

Ahora, mientras mis labios están vivos,
han de permanecer impronunciadas sus palabras.

Y una vez que yo haya muerto
¿acaso se acordará de hablar mi alma?

Pero, querido, aunque de ello se acordara mi alma,
atención alguna en lo dicho tú no pondrías.
Porque ahora nada debes escuchar,
y nada podrías tampoco oír en ese día.

***

Para E.
(fragmento)

[...]

En la oscuridad recordé la música,
el brillo limpio y rápido de una fuga de Bach
y el canto de las aguas que corrían entre las rocas
cuando en un bosque inglés pude oír trinar una alondra.

Pero toda la belleza que evoco
no es sino un vago preludio antes de pensar en ti.

Tú eres el alma más rara y extraña que he conocido,
amante de la belleza, el mejor y más caballeroso.
Mis pensamientos te buscan como olas que buscan la orilla
y cuando pienso en ti,
descanso.

***


Trueque

La vida tiene amor para vender,
todas las cosas hermosas y espléndidas.
Las olas azules blanqueando contra el acantilado,
el ascendente fuego que vibra y canta
y los rostros de los niños mirando alto
sosteniendo el milagro como una copa.

La vida tiene amor para vender,
la música como una curva dorada
el aroma de los pinos bajo la lluvia,
ojos que te aman, brazos que te acogen,
y para el tranquilo deleite de tu espíritu
sagrados pensamientos que siembran
de estrellas la noche.

Gasta todo lo que tengas por amor,
cómpralo y no repares en gastos,
porque una sola y blanca hora de paz
bien vale muchos años perdidos de lucha.
Y por un hálito de éxtasis,
entrega todo lo que has sido,
o lo que podrías ser.

***

Una Noche De Invierno

Los cristales de las ventanas llenos de escarcha,
el mundo es amargo y helado esta noche,
la luna es cruel y el viento
lacera como una espada de doble filo.

Dios se apiade de los que no tienen hogar,
de los mendigos vagando de un lado a otro,
Dios se apiade esta noche de los pobres
que caminan las calles de nieve y luz de faroles.

Mi habitación es como un pedacito de junio,
cálido y con las cortinas cerradas a cal y canto.
Pero en algún lugar, cual un niño sin hogar,
mi corazón está llorando en medio del frío.

***

Mas No Hasta Mí

Con flores en cada árbol,
dulce y silenciosa es la noche de abril.
La paz llega de puntillas hasta ellos,
mas no hasta mí.

Mi paz se esconde en su pecho,
donde yo nunca estaré, justo allí.
El amor llega hoy a todos los demás,
más no hasta mí.