...De Un Sentimiento Negativo
Es Errado Ver Solamente
El Lado Negativo Del Rencor
Es Errado Ver Solamente
El Lado Negativo Del Rencor
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¿Por qué debemos
perdonar a una persona que nos ha ofendido, cuando sabemos claramente que se
trataba de un acto deliberado de maldad?
Resulta muy difícil
perdonar honesta y realmente una ofensa, un desengaño, el maltrato físico, o un
daño de cualquier tipo.
En casos como estos,
aunque nuestra conciencia nos diga que perdonar y olvidar es la actitud
correcta y, en ocasiones, hasta lleguemos socialmente a aparentar que se ha
producido el perdón, nuestro subconsciente nunca aceptará algo con lo que nosotros,
íntimamente, no estemos plenamente de acuerdo.
El rencor como
sentimiento contrario al perdón, es un mecanismo que nos permite mantenernos
alertas y en una postura defensiva contra aquellos que nos dañan y contra las
circunstancias que podrían afectarnos.
El olvido, en
cambio, podría llevarnos a ser víctimas una y otra vez, ya sea de la misma
persona o de las mismas circunstancias.
En este punto, el
perdón no solo se torna denigrante, sino que resulta un acto autodestructivo
que, desde el punto de vista emocional, perpetramos contra nosotros mismos,
puesto que para poder pasar por alto la mala acción recibida y perdonarla,
hemos de pisotear nuestros sentimientos e ignorar la propia indignación que esa
acción nos causó.
En el balance del
perdón y el rencor, como sucede con todos los sentimientos humanos, los
extremos son perjudiciales.
En la vida hay
actitudes humanas que, sencillamente, son inaceptables y que nos afectan en mayor
o menor grado, dependiendo de nuestra sensibilidad, en esos casos el rencor
sano o analítico nos permitirá mantenernos en una franca y abierta posición de
rechazarlas en todo momento, reforzando con ello nuestro propio valor.
En ocasiones no
perdonar es lo mejor que podemos hacer para asegurarnos de que no estamos
dañando nuestra propia autoestima.
No son buenos los extremos aunque sea en la virtud. Santa Teresa de Jesús (1515-1582) Escritora mística española.
La virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto. Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
Y sin embargo, todo en la vida tiene un propósito, y éste siempre es bueno, así que, si se ha aprendido la lección, no cabe el fracaso. LAPaz