lunes, marzo 02, 2015

¡Despertad! ♀

¡Despertad! Abril de 2013

tomado de la revista ¡Despertad!, publicada por los Testigos de Jehová
http://www.jw.org/

El fin de la violencia doméstica

Escena 1: Los padres de Isabel están de visita en casa de su hija y su yerno. Pasan una velada agradable conversando tranquilamente. Como padres se sienten orgullosos del hombre con el que se ha casado su hija. ¡Hay que ver lo bien que la trata!

Escena 2: Frank está furioso y, como tiene por costumbre, humilla, degrada psicologicamente, o descarga su ira contra su esposa: le da puñetazos en la cara, patadas, tirones de pelo y le golpea la cabeza contra la pared varias veces.

El hombre es el único animal que puede ser amigo de las víctimas que intenta comerse hasta que se las come.
Samuel Butler (novelista)

Probablemente le sorprenda saber que la pareja protagonista de ambas escenas es la misma.

Como muchos hombres que maltratan a su mujer, Frank sabe aparentar que es una buena persona cuando  hay gente delante, por ejemplo, los padres de su esposa. Pero cuando está a solas con ella, es  terriblemente cruel.

No todos pero muchos hombres como Frank crecieron en familias violentas, y de adultos creen que su  conducta es aceptable, incluso  normal. Pero la violencia doméstica no tiene nada de normal. Es por eso por lo que a la mayoría de la gente le horroriza que un hombre le pegue a su mujer.

Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad.

Indira Gandhi

Con todo, es alarmante lo extendido que está el problema. Por ejemplo, en Estados Unidos, las líneas de atención a víctimas de la violencia doméstica recibieron en un día un promedio de 16 llamadas por minuto. La violencia doméstica es una epidemia mundial que afecta a todos los grupos culturales, académicos, económicos y sociales. Y teniendo en cuenta que muchos de los casos no se denuncian, está claro que la situación es peor de lo que revelan las estadísticas. 

Las noticias sobre violencia doméstica hacen surgir las siguientes preguntas: ¿Cómo puede un hombre llegar al punto de tratar a alguien —en especial, a su esposa— de manera tan indigna?

Ser lo que somos y convertirnos en lo que somos capaces de ser es la única finalidad de la vida.

Robert Louis Stevenson

¿Por qué siguen con ellos?
¿Por qué hay mujeres que deciden seguir viviendo con un cónyuge violento? 

Algunas razones por las que algunas esposas deciden quedarse son las siguientes:

  • Quieren que sus hijos crezcan con ambos padres.
  • Miedo al qué dirán.
  • Les preocupa no poder mantenerse a sí mismas y a sus hijos.
  • Creen equivocadamente que la culpa es de ellas.
  • Les da vergüenza admitir que son maltratadas.
  • Tienen esperanzas de que la situación mejore.
  • Carencia de autoestima.
  • La comodidad económica.
  • Muchas mujeres sacrifican su propio bienestar por “no separar a los hijos del padre”, sin ver lo dañino que puede ser un padre violento, tanto para los hijos como para ella.
  • El mito de la abnegación. Las mujeres se sienten responsables de cuidar a los otros pero no de sí mismas.

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.

Miguel de Cervantes