lunes, febrero 16, 2015

Antero de Quental

Antero de Quental 

Antero Tarquínio de Quental 
(Ponta Delgada, Isla San Miguel, Azores, 18 de abril de 1842 - 11 de septiembre de 1891) 
Fue un pensador y poeta portugués, conocido particularmente por sus sonetos.

En 1873 murió su padre, por entonces cae enfermo. La enfermedad le produce una seria depresión, que desemboca en un deseo de aniquilación personal, y le lleva a interesarse por el budismo. Su poesía adquiere un tono pesimista y sombrío que ya no le abandonará. Sus problemas psicológicos se agudizaron. El 5 de junio de 1891 se embarca hacia su ciudad natal, Ponta Delgada, y poco tiempo después, el 11 de septiembre, adquiere un revólver y en el jardín de un convento ante un letrero que dice "Esperanza" se suicida.

Traducción de José Antonio Llardent

A:  M. C.

En el Cielo, si lo hay para el que llora,
para las penas de quien sufre tanto;
si es del amor el foco puro y santo,
llama que brilla pero no devora;

si en espadas del Cielo un alma mora
que escucha el rezo y nos enjuga el llanto...;
si hay padre, que nos cubra con el manto
de amor piadoso -que no siento ahora...

El Cielo, oh Virgen, quebrará mis males:
allí he de renacer, yo que he venido
al mundo a padecer sólo dolores.

Allí, lirio de valles celestiales,
teniendo fin también habrán nacido,
para no terminar, nuestros amores.

*** 

A Un Poeta

Surge et ambula!
¡Levántate y camina!

Tú que duermes, espíritu sereno,
a la sombra de cedros seculares,
como un levita al pie de los altares,
ajeno a luchas y fragor terreno,

¡despierta, es hora! El sol, alto ya y pleno,
ha ahuyentado las larvas tumulares…

Un mundo nuevo, al fondo de los mares,
espera el tiempo de dejar su seno…

¡Escucha la gran voz de esas legiones!
¡Son hermanos que se alzan, son canciones
de guerra, son la voz que nada abate!

Álzate, pues, soldado del Futuro,
y con rayos de luz del sueño puro
¡haz, soñador, la espada del combate!

***

Idilio

Cuando vamos los dos, las manos dadas,
cogiendo en valles lirios y boninas,
y vencemos de un soplo las colinas,
del rocío nocturno aún orvalladas,

o contemplando el mar desde peladas
alturas vemos nubes vespertinas,
que parecen fantásticas rumas
en lejano horizonte amontonadas:

¡cuántas veces de súbito enmudeces!
No sé qué luz en tu mirar fluctúa;
siento temblar tu mano, palideces ...

Mar y viento susurran oraciones,
y el poema del mundo se insinúa,
lento, amoroso, en nuestros corazones.

***

Espectros

¡Espectros que veláis cuando a disgusto
me adormezco un momento, y que inclinados
sobre mis sueños breves y cansados
llenáis las noches de terror adusto!

De qué me vale a mí ser puro y justo
y entre combates siempre renovados
disputar día a día de los Hados
una parcela del saber augusto,

si mi alma habrá de ver sobre sí inscritos
siempre esos ojos trágicos, malditos,
¡si en un sueño de angustias desoladas

los siento yo verter sobre mi lecho,
una a una verter sobre mi pecho,
sus descreídas lágrimas heladas!

***

Lo Que Dice La Muerte

«Dejad venir a mí a los que lucharon;
dejad venir a mí a los que padecen,
y a aquellos que con tedio contemplaron
sus vanas obras, y las escarnecen.

En mí dolores que os acibararon,
Duda, Pasión y Mal, se desvanecen.
Torrentes de aflicción que no cejaron,
en mí, como en el mar, desaparecen.»

La Muerte ha hablado así. Verbo velado
y silencioso intérprete sagrado
de todo lo invisible. Muda y fría.

Pero es en su mudez más retumbante
que el clamoroso mar, más rutilante
-desde su noche- que la luz del día …

***

Con Los Muertos

¿Dónde están los que amé? Idos, dispersos,
girando en torbellinos siderales,
llevados como en sueños irreales
en la fuga y derrumbe de universos …

Yo mismo estoy, en la corriente inmersos
mis pies a la merced de temporales.
ante la blanca espuma que a raudales
envuelve, aquí y allí, bultos diversos ...

Mas si paro un momento, si consigo
cerrar los ojos, siento que a mi lado
de nuevo los que amé viven conmigo.

Les veo y oigo, a mí me ven también,
juntos en el antiguo amor sagrado,
comunión ideal de eterno Bien.  

***

Primaveras Románticas 
(fragmento)

"Solamente amor... ¿Solamente? ¿Son poco estas palabras? 
Dos sílabas solamente - en poco un mundo vive
¡Locos! ¿Pero, cuando el amor se desarrolla, y crece, y surca, 
es como el incendio que arde, es tan poco para tanto? "

***

Tormento Del Ideal

Conocí la Belleza que no expira:
triste quedé. Cual si desde alta sierra,
la más alta, observamos mar y tierra,
y la gran nave o torre, si se mira,

en los rayos de luz se ve menguar:
así yo he visto el Mundo y cuanto encierra
desmayar como nube cuando yerra
en el ocaso, y corre sobre el mar.

Pido en vano a la forma idea pura,
mas topo en sombras con materia dura
y encuentro imperfección en lo que existe.

Fui bautizado como los poetas,
y envuelto por las formas incompletas
para siempre quedé pálido y triste.